domingo, 12 de marzo de 2017

Loreto



Aroma, amor, arpa, amparo. 
 
Tengo una conocida que está en la India comiendo jaleebi y otro conocido del cual casi me enamore que debe de estar tomándole fotos al cielo de Madrid mientras un par de españolas lo miran coquetas.
Me ha tocado pellizcarme para darme cuenta de que estoy trabajando en lo que nunca creí soñé poder trabajar.
Hace menos de un mes creí que se había tomado la decisión más importante de mi vida. Creí que podía pertenecer a ese grupo, que quizás no era aquí, ni era ahora, pero que sería.
Me he convertido –de alguna forma- en sostén de familia, no tengo tiempo ni para revisar las redes sociales, mi cara ahora mismo es un mapa y no tengo ni quiero tener con quien compartir esto.
Me despierto muy temprano en la mañana. Imagino mi vida en unos años, imagino mi vida en unos meses, imagino mi vida en unos días.

Nunca he sido tan feliz e infeliz al mismo tiempo.
Nunca me había sentido tan pequeña e infinita a la vez.
Subir la montaña me calma, y también me hace recordar  rostros y personas que ya no están conmigo.
Me siento absolutamente sola, a veces cómoda a veces solo sola.

Quiero escribir cosas que no pasaron, cosas que mi memoria semántica se empeñó en guardar, como que aquel fotógrafo de nombre monosílabo tiene un perro que podría ser mío un día. Como que le caí bien, que le gustó mi nombre, que sabe que combina con el suyo,  que le gusta jugar conmigo, que le gusta que adivine las sombras de sus manos en su piso de cerámica. Pero no, debería mejor escribir que el fin de semana tuve que ir a la costa, no por gusto, nunca lo hubiese hecho sola (¿por qué nunca lo he hecho sola?).
Conocí a una chica, me confesó que su momento más triste en la vida era cuando se enteró de la responsabilidad tan grande que su mama tenía con su familia, con ella, con sus hermanos y con su abuela. La señora trabaja para alimentar todas esas bocas. Qué ironía, que injusticia, que fastidio. 
¿Su momento más feliz? Simplemente no existía ¡Que miserable! Pensé para luego yo mentir, dije que cuando nació mi prima.
Ahora tecleo -en la lapto vieja  que me ha obligado hablar en inglés seriamente y por primera vez en mi vida- el nombre Loreto y me pregunto, ¿vida que significas?