viernes, 9 de septiembre de 2016

Señales de fe

Han pasado ya más de 2 años,  en octubre se cumplirán con exactitud las 3 vueltas al sol desde que en la primera clase de mi primer día de universidad, mi profesor de Filosofía se presentará de una manera poco común. Calló por varios minutos incitandonos a que accionaramos.  Era una especie de lección experimental.  Yo no hable. Nadie lo hizo hasta que un chico que estaba frente a mi se atrevió a pedir que pasaran lista.
Francisco se presentaba como el profesor más cool que había conocido en mi vida. Me gustaba su modo de pensar aunque a veces por ser tan relativo, recuerdo que me sentía descolocada, "cosas de hippies frustados".
Pero no fue sino hasta que encendió el vídeo beam y dio play a un vídeo guardado en su lapto,  que sentí por primera vez que así se sentía estar en el lugar correcto. En la pared del auditorio veíamos en blanco y negro a un hombre balancearse en una cuerda, cambiarla con gusto y hasta serenidad.  Era Phillip Petit.
No lo conocía, ni siquiera sabía que un hombre hubiese podido caminar entre las torres gemelas.
El profesor, fascinado por nuestras caras de sorpresa terminó el vídeo diciéndonos que fuésemos como aquel francés loco.  Que hiciéramos cosas asombrosas y que antes que eso de verdad creyeramos, que nós diéramos el chance de apostar por lo que queremos por muy imposible que fuera. Su mensaje me llegó, tanto que a la siguiente clase (de historia recuerdo)  cuando el profesor nós pregunto que hacíamos allí, me atreví a decir que estaba intentandolo, que quería probar y apostar por algo sin tener la seguridad de por qué lo hacía o si lo valía. Yo simplemente tuve la suerte de darme un chance de estudiar lo que creo, me apasiona.
Han pasado casi dos años, el próximo lunes empiezo oficialmente mis pasantías en un lugar y con un cargo que nunca jamás pensé poder obtener,  si quiera aspirar.
Las dudas me invaden, todo el tiempo. Pero por alguna razón no he dejado de apostar por aquello que me mueve.
Hoy, por cosas que quiere Dios o eso a lo que otros llaman el destino,  vi una película que me hizo recordar aquello que sentí durante mi primera clase de mi primer día de clases. Papa pidió que acompañase a la familia a ver una película y entre otras decidimos ver The Walk. Yo supe que seria la mejor opción aun sin saber de que trataba. "Fue nombrada o gano algo porque me suena" vi el tráiler y aun así no tenía idea de que iba.
Era la historia de Phillip, lo supe al primer momento en que corrió la primera línea de la película. Recordé mi primer día de clases,  olvide que había sido así, que había conocido de este mismo hombre. Entendí que la vida a veces te da señales que son imposibles de ignorar.
Sigo siendo la misma quizás, pero más llena de fe y más fuerte. Sigo apostando por lo inconcluso, lo intrigante y hasta lo miserable para los ojos de otros.
Pero sigo apostando por mi y lo que, creo, me hace feliz.

Le pido a Dios que nunca deje de ser así.  Que mantenga mi pasión y mis ganas de ser feliz por encima de cualquier condición o exigencia o dogma estúpido que imponga la vida sobre mi.  La vida es muy corta para no darse la oportidad de ser feliz, de luchar por los sueños y ser la persona que queremos ser.
Yo sigo descubriendolo.

jueves, 21 de julio de 2016

Cosa positiva #6

Las personas son buenas. Cometí el error de tomar el bus equivocado, me perdí el calles que no conocía con la esperanza de que me llevarán al lugar en el que esperaba estar, tuve que bajarme, deprisa y sin pensarlo dos veces. No pregunté, solo corrí.
Al llegar al callejón supe que debía moverme mi instinto me dijo que no estaba tan perdida, pero tenía miedo.
Logre ubicarme, conocía esas calles, corrí hacia el otro lado de la acera, una mujer con uniforme me miró con desconfianza, le pregunté si por ahí pasaba el bus, ese que había confundido, me dijo que sí. Pero que llevaba tiempo sin pasar. Suplique a la fuerza divina que pasara, rápido. Ella me dijo que se había confundido (si, al igual que yo) sonreí y confese que me había pasado lo mismo y que llegaría tarde a una entrevista de trabajo.
Ya montada en el bus correcto (que por suerte no tardó en llegar) y enorme, primera vez que veía un bus tan espacioso y largo. Pensé para mis adentros, si ella me dice algo, me irá bien (mirando a la mujer de uniforme). Son esos pensamientos locos que no puedes evitar, son inconscientes y sin sentido.
Antes si quiera de pagarle al conductor la mujer me sonrió y me dijo "muchas suerte" le di las gracias y sonreí.
Las personas en mi país son buenas. Y dan las mejores de las suertes.

lunes, 18 de julio de 2016

Mi primera entrevista de trabajo + cosa positiva #5

Ha empezado oficialmente mi penúltimo año de carrera, lo que se traduce en el final (casi) de mi carrera. Me asusto, mucho, mucho. Creo que el tiempo ha pasado volando y no se si eso es bueno o malo.
Y con los últimos años viene el estrés de elegir mención, cosa que afortunadamente no me pasara a mi, pero sí debo de elegir dónde haré mis prácticas profesionales y eso exige saber que haré y donde.
Mi primera entrevista fue en una empresa aseguradora, moría de nervios pero hacia las cosas en automático. Necesito ser más segura.
Por suerte una compañera de clases estaba en la sala donde estábamos todos los postulantes, eso me relajo.
Y (como si no pudiera ser más surtuda) la entrevista fue grupal, sí, g r u p a l, sumado al hecho de que la mujer que nos preguntaba fue muy amable.
Me siento satisfecha, aliviada también pero todavía me tickea el ojo izquierdo. Y es que soy así.
Sólo espero que eso cambie, no los miedos ni las mariposas, pero si mi seguridad al actuar y tomar decisiones.
Hace poco conocí a través de YouTube una pareja de modelos que viven en NewYork y lejos de frivolidad, comprendí que de ellos emanaba ganas de vivir, de manera sencilla, pero felices.
Ella decía que "cuando las cosas son para ti, no pasarán de ti" pero que por experiencia sabía que "si no estás abiertas a recibirlas, si no eres positiva, probablemente no te pasen" y el añadía que había que luchar por nuestras metas, mientras que repetía el nombre de ella con dulzura, siendo felices, como tontos, hablando de la vida, en medio de la calle.
Y sí, creo que me quedo con esa reflexión, que aprendí de dos modelos de NewYork, que aprendieron a ser felices con poco y con al mismo tiempo lo mucho que se quieren y agradecen a la vida lo que son.

"Si nunca te arriesgas, ya habrás cometido el mayor riesgo"

jueves, 23 de junio de 2016

Cosa positiva #4

El señor de la entrada de la Torre 2 de mi universidad, siempre me saluda muy amablemente.
Yo trato de sonreirle y siempre que puedo, hacerle saber que lo conozco y reconozco.
Me cae muy bien porque no sólo es respetuoso, sino que siempre que lo veo esta leyendo un libro.
Quizás ese señor sepa mucho más que yo. Lo cierto es que, además de lector, es gran amigo de varios muchachos de mi universidad, entre ellos uno gordito que de seguro es rechazado, lo sé porque es distinto a los demás. Ayer lo vi compartir una galleta con el vigilante.
No sé.  Me parece positivo.

jueves, 14 de abril de 2016

Cosa positiva #3

La amistad de kika.
Mi mejor amiga sigue siendo mi amiga aún en los momentos en los que no quiero estar con ella.
A veces, cuando me siento muy triste como para ver a otras personas, ella insiste en venir.
"Las personas que te quieren te buscan" eso dijo hoy cuando vino a visitarme, trajo una crema de garbanzos y charló un rato con mi mamá.
Mi amiga kika me quiere, después de tanto de mi, y tanto de ella. Y tanto de todo seguimos siendo amigas. Nos queremos, mucho.

lunes, 4 de abril de 2016

Cosa positiva #2

Le dije a mi mamá que se tapara un ojo y observara la diferencia entre uno y otro, cambiando de ojo de manera rápida. Ella lo hizo, pero, al primer intento se pegó en la cara, dándose un manotazo en el ojo.
Río.
Reí.
Al cabo de 5 minutos, luego de leerlo en un post de Twitter, me enteré de que respiramos por una fosa nasal por intervalos de horas, lo comprobé. Luego le dije a mi mamá que lo hiciera también. Metió su dedo en la nariz esperando algún indicio.
Volvimos a reír.
Cuando río con ella por lo genera termino llorando.
Cuanto la amo.

domingo, 3 de abril de 2016

Cosa positiva #1

Fernando tiene cáncer y dos años de edad. Su mamá, cuyo nombre ignoro, reconoce que tiene que ser fuerte por él, por su hermano y por el padre de sus hijos.
El hermano de Fernando tiene apenas 6 años, y llora; sufre, porque sabe qué le pasa a su hermanito menor.
Sin embargo Fernando ríe en las fotos. Y su hermano lo quiere. Y sus padres lo aman.

Gracias, porque puedo ver. Soy saludable y de vez en cuando parezco dar por hecho la suerte que tengo.

Lo mejor para Fernando y su familia. Amén.