jueves, 21 de julio de 2016

Cosa positiva #6

Las personas son buenas. Cometí el error de tomar el bus equivocado, me perdí el calles que no conocía con la esperanza de que me llevarán al lugar en el que esperaba estar, tuve que bajarme, deprisa y sin pensarlo dos veces. No pregunté, solo corrí.
Al llegar al callejón supe que debía moverme mi instinto me dijo que no estaba tan perdida, pero tenía miedo.
Logre ubicarme, conocía esas calles, corrí hacia el otro lado de la acera, una mujer con uniforme me miró con desconfianza, le pregunté si por ahí pasaba el bus, ese que había confundido, me dijo que sí. Pero que llevaba tiempo sin pasar. Suplique a la fuerza divina que pasara, rápido. Ella me dijo que se había confundido (si, al igual que yo) sonreí y confese que me había pasado lo mismo y que llegaría tarde a una entrevista de trabajo.
Ya montada en el bus correcto (que por suerte no tardó en llegar) y enorme, primera vez que veía un bus tan espacioso y largo. Pensé para mis adentros, si ella me dice algo, me irá bien (mirando a la mujer de uniforme). Son esos pensamientos locos que no puedes evitar, son inconscientes y sin sentido.
Antes si quiera de pagarle al conductor la mujer me sonrió y me dijo "muchas suerte" le di las gracias y sonreí.
Las personas en mi país son buenas. Y dan las mejores de las suertes.

lunes, 18 de julio de 2016

Mi primera entrevista de trabajo + cosa positiva #5

Ha empezado oficialmente mi penúltimo año de carrera, lo que se traduce en el final (casi) de mi carrera. Me asusto, mucho, mucho. Creo que el tiempo ha pasado volando y no se si eso es bueno o malo.
Y con los últimos años viene el estrés de elegir mención, cosa que afortunadamente no me pasara a mi, pero sí debo de elegir dónde haré mis prácticas profesionales y eso exige saber que haré y donde.
Mi primera entrevista fue en una empresa aseguradora, moría de nervios pero hacia las cosas en automático. Necesito ser más segura.
Por suerte una compañera de clases estaba en la sala donde estábamos todos los postulantes, eso me relajo.
Y (como si no pudiera ser más surtuda) la entrevista fue grupal, sí, g r u p a l, sumado al hecho de que la mujer que nos preguntaba fue muy amable.
Me siento satisfecha, aliviada también pero todavía me tickea el ojo izquierdo. Y es que soy así.
Sólo espero que eso cambie, no los miedos ni las mariposas, pero si mi seguridad al actuar y tomar decisiones.
Hace poco conocí a través de YouTube una pareja de modelos que viven en NewYork y lejos de frivolidad, comprendí que de ellos emanaba ganas de vivir, de manera sencilla, pero felices.
Ella decía que "cuando las cosas son para ti, no pasarán de ti" pero que por experiencia sabía que "si no estás abiertas a recibirlas, si no eres positiva, probablemente no te pasen" y el añadía que había que luchar por nuestras metas, mientras que repetía el nombre de ella con dulzura, siendo felices, como tontos, hablando de la vida, en medio de la calle.
Y sí, creo que me quedo con esa reflexión, que aprendí de dos modelos de NewYork, que aprendieron a ser felices con poco y con al mismo tiempo lo mucho que se quieren y agradecen a la vida lo que son.

"Si nunca te arriesgas, ya habrás cometido el mayor riesgo"